Navarra y su naturaleza

Si hay un rasgo característico en Navarra es su naturaleza, de clara vocación forestal. De hecho un 64% de la comunidad es forestal. El número aproximado de especies y subespecies de la flora vascular supone el 33% respecto a España y el 20% en relación con la Unión Europea, los datos lo dejan claro.

Entre otras cifras que hablan de la buena salud de los bosques navarros son:

- La superficie arbolada de Navarra ha aumentado desde hace un siglo entre 100.000 y 140.000 hectáreas.
- El crecimiento de superficie arbolada se ha producido prácticamente en todos los tipos de bosque.
- Navarra es la región de todo el estado con mayor proporción de bosques adultos. Este dato se ha valorado a partir del volumen maderable con corteza.
- Actualmente Navarra cuenta con 707 millones de árboles.

Por tipos de bosque, entre las grandes manchas frondosas, los tipos de bosque se dividen en:

- Hayedos, 37% de la superficie forestal
- Pino silvestre 15%
- Robledales mediterráneos, 11%
- Encinares 9%
- Robledales atlánticos 6%

Esperemos que esto dure mucho tiempo, y que se siga realizando una labor proteccionista de este gran valor que no se paga con dinero.

Aquí os dejo alguno de los paisajes típicos de Navarra, y de sus bosques y flora:

Zona de Basaburua:

Tierra Estella / Lizarraldea:

Irurtzun y montes de los alrededores:

Lekunberri:

Malloas / Malloak:

Valle de Ollo:

Pamplona merece un caso aparte, aunque no tiene mar, ni es una ciudad de una belleza sobrecogedora, es una ciudad agradable, debido a la cantidad de espacios verdes. Es cierto que los pamploneses/as tienen especial devoción por la naturaleza, y eso se refleja en la ciudad, la ciudad con más zonas verdes por habitante de España (26 metros por habitante frente a los 11,3 de media), y entre las 10 con más espacios verdes de Europa.

Alrededores de Pamplona, monte San Cristobal / Ezkaba:

Y por supuesto, los Pirineos:

Y dentro de los Pirineos, la Selva de Irati, el segundo mayor hayedo de Europa, por detrás de la Selva Negra alemana. Irati explota en Otoño, donde sus colores hacen que cualquier fotografía sea una postal: