Agur Barna
Hace algo más de 8 años son los que hace que vine a Barcelona. Supongo que algo tendrá la ciudad cuando este chico de provincias vino por 6 meses, a mejorar un poco su currículum y al final se ha quedado tanto tiempo. Joder, se dice pronto, 8 años. Ahora digo adiós, o mejor dicho, hasta pronto.
En todo este tiempo han pasado muchas cosas, desde las que se pueden contar en un blog hasta las que no :) pero si hay algo que tengo que agradecer sobremanera a esta ciudad es el haberme dado la oportunidad de desarrollarme como persona, de poder cambiar, de ser quien soy hoy en día, y de ser quien seré en un futuro. En resumen, a fallar, a volver a fallar y a fallar mejor, una y otra vez, todas las veces que haga falta.
Lo cierto es que me miro al espejo, cuando vine con 25 años, y reconozco trazos, pero eso es todo. Esta ciudad me ha cambiado, y en resumen creo que ese es su legado en mí, me ha regalado ser mejor que hace unos años, a querer ser una versión mejorada de mí cada día, a que cuando tenga 40, 50 o 60 años mire para atrás y crea que lo estoy haciendo bien, o por lo menos, a intentarlo hacer mejor.
También podría hablar de la ciudad, de su belleza, de su maravilloso tiempo, de lo cosmopolita que es, de... no, hoy prefiero hablar de lo que me ha dado, hoy prefiero hablar de toda esa gente interesante de mil y un rincones de la geografía, hoy quiero hablar de ellos, de vosotr@s, que me habéis enseñado que no hay un punto de vista, sino miles, y todos con vuestra parte de razón.
Y sí hay unas personas a las que debo un especial agradecimiento es a "la cuadrilla", un núcleo, que si bien no nos vemos cada mucho, no hace falta. Esa sensación de calidez cuando estaba con vosotr@s ha hecho que me sintiera siempre en casa, y eso para una persona del norte, es muy importante. Lo bueno, es que nos volveremos a ver ¿Murillo? ¿El embudo? XD y como siempre, como si no pasara el tiempo. Sabéis que os quiero.
Ahora la sensación es agridulce, puesto que se quedan muchas cosas aquí, creo que al final voy dejando un trozo del corazón en todos los sitios en los que vivo, y en este caso el pedazo es grande, aunque haciendo honor a mi nombre, David, "el amado", realmente me he sentido muy querido.
Pero todos los finales no dejan de ser a su vez inicios, y eso es lo que es, un nuevo inicio.
Por todo ello gracias, a la ciudad y a los que ya sabéis que habéis estado ahí.
Fins aviat! Ikusi arte! ¡Hasta la próxima!
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