Diarios de una bicicleta

Diarios de una bicicleta

Para gente con ganas de salir de casa

Suiza

Con un par de días de fiesta aproveché para hacerme un puentecillo este finde e irme a Suiza, el país del chocolate, de los relojes y navajas suizas, del queso, de Heidi y su pedófilo abuelo... aunque bueno, eso es otra historia, a lo que vamos.

Total que dije: ¿y por qué no a Suiza? pues nada, que allí me fui. ¿Cual es la imagen que tiene una persona de Suiza? supongo que la mayoría coinciremos en un país cívico, políglota, de gente trabajadora y pudiente, con ciudades limpias y de un verde abrumador. Pues es verdad, simplemente.

Vayamos por partes:

BASILEA

Ciudad a las orillas del Rin en el límite con la frontera alemana y francesa es también un importante centro ferial y de congresos, aunque la verdad, eso a mi me da igual. La ciudad universitaria más antigua de Suiza está conservada hasta el más mínimo detalle, aunque eso no es ninguna novedad en este país.

Alojamiento: bueno, bonito y barato... hombre, por aquí no hay mucha cosa, pero el hostel YMCA Hostel es un lujazo dentro de los Hostels, junto con el Youth Hostel de Natal (Brasil) es el mejor que he estado. Verdaderamente es un hotel de diseño reconvertido a Hostel para mochileros, la noche sale a 20 euros, el desayuno es optativo pero merece la pena, 5 euros más.

Aquí una pequeña muestra:

Puerta de St. Alban-Tor: preciosa, sacada de un cuento de hadas, o quizás de un juego de LEGO.


Casas palaciegas: la ciudad está llena de ellas, casas con centurias soportadas en sus viejas piedras, pero con un aspecto perfecto, intachable.



Ayuntamiento: este palacio municipal es curioso, por lo menos yo no conozco muchos que estén hechos con piedra arenisca roja. Por cierto, el día que estuve en Basilea coincidió con la celebración de la vuelta del hijo pródigo del cantón (zona), Roger Federer, y se hizo en este punto. Hombre, lo de celebración lo digo por decir algo, porque con lo cívicos que son no me los imagino dando gritos de un lado a otro de la plaza con una cerveza en la mano.


Puente medieval: precioso y bien cuidado, decorado con las banderas de las ciudades colindantes. Me resultó muy curioso en toda Suiza comprobar que en todos los sitios medievales estaban llenos de banderas de los antiguos cantones, la verdad es que de esta forma cualquier lugar lucía muchísimo más, deberíamos copiar la idea y engalanar nuestras calles con los escudos medievales, resultaría muy llamativo.


Spalentor: una de las puertas de la ciudad más bellas del país. Fue construida a finales del siglo XIV como parte de la muralla exterior.


BERNA

LA capital de Suiza está en la lista de los patrimonios de cultura mundiales de la UNESCO; contando con 6 kilómetros de arcadas que protegen de la lluvia para realizar compras en las tiendas de moda de la ciudad, por supuesto excluido a la gente que no es de Suiza y a la gente rica, osea, el 80% del ser humano. Con sus numerosas fuentes, fachadas de arenisca, callejones y torres históricas, la ciudad ofrece un aire medieval singular, hay que ir para verlo.

Una curiosidad: esta es una regla general que se ha mantenido en todos las ciudades que he visitado en Suiza, no existen lo bares. Si, es cierto, existen los países sin bares, aquí los sitios son para comer, pero no para tomarte unas cervezas como dios manda. Con lo que si tienes intención de pasártelo bien de juerga elige otro país, este no es el lugar indicado. Pero si la intención es desconectar el sitio es perfecto, bien lo sabía Albert Einstein, pero sin cervezas, ¡MIERDA!

Alojamiento: Youth Hostel Bern, céntrico, aunque las habitaciones, o mejor dicho barracones dejan bastante que desear cuando te meten con un grupo de ingleses borrachos con ganas de joder a todo el presentable, hasta el punto que el dueño les amenazó con echarles, y para que esto lo hiciera un suizo, con lo sosegados que son... merece la pena comer o cenar aquí, probablemente el lugar más barato de la ciudad, unos 14 euros. El alojamiento son 18 euros mínimo, en un barracón como los de las colonias para 20 personas (Si, has oído bien, 20)

Aquí una pequeña muestra de la ciudad:

La ciudad: el centro de la ciudad transcurre por la caprichosa forma del meandro del río Aare, una alineación de calles sacadas de otra época.



Zytglogge: la Torre Zytglogge fue la primera puerta occidental de la ciudad (1191-1256). Hoy en día es uno de los monumentos más hermosos e importantes de Berna.



Bärengraben: el lugar más famoso de la ciudad, la fosa de los osos, símbolo de la ciudad, aquí se pueden ver varios osos esperando a que se les de de comer cualquier golosina. Da igual que sea un país super desarrollado o no, aún no tenemos en la cabeza que los animales no son muñecos de peluche ¿qué coño hacen varios osos en encerrados en una fosa?


Tranvía: el gran protagonista del transporte urbano, las calles están atestadas de ellos. Al fondo Käfigturm (torre de jaula) es la segunda puerta occidental a la ciudad. La torre sirvió como cárcel para malhechores.


Frikis: y es que hay en todos lados. Pero como molan. Con esto de que España ganó la Eurocopa Spain está de moda, banderas en las casas, gente con la bandera... y este individuo particularmente vestido, solo le falta la sangría y las castañuelas.


Bicicletas: es impresionante que en un país que precisamente no es famoso por el buen tiempo haya tantas bicicletas, bueno, es algo inherente a todos los países centroeuropeos ¿no?



LUCERNA

Ubicada ante un impresionante panorama alpino se halla Lucerna, la puerta de entrada a la Suiza Central, a orillas del Lago de los Cuatro Cantones. No tenía intención de ir aquí, mi destino del día era ir a Interlaken para subir a la estación de tren más alta de Europa, a 3.500 metros de altura. Total, me levanto ese día en Berna a las 4,30 de la mañana, cojo un tren para interlaken, llego como a las 7:00, y había una niebla que ni en las películas londinenses con Jack el destripador. ¿Qué hago? bueno, se me ocurrió que era una buena idea tomar un tren hacia Lucerna y atravesar parte de los Alpes, y así lo hice, y la sorpresa fue mayúscula, una ciudad que no desmerece nada a ciudades más famosas como Berna o Basilea, al menos para mí.

Aquí una pequeña muestra de la ciudad:

Puente medieval Kapellbrücke: la imagen de Lucerna está caracterizada por este puente. Con sus frontones pintados uno de los puentes techados de madera más antiguos de Europa.



Ferias: no sé, supongo que será casualidadpero en las tres ciudades que visité tenían algún mercado artesanal.


Casco histórico: chulísimo, bien cuidado y adaptado a la lluvia, tres premisas que se cumplían en todos los sitios visitados.



Muralla Museggmauer: el antiguo sistema de defensa de la ciudad tiene una particularidad, y es que todas las torres son diferentes entre sí. Tres de ellas se pueden visitar, y por lo menos cuando estuve yo era gratuito.



Precios: por las nubes, en un momento te podías dejar 20 euros, ir al super, comprar una Coca-Cola y un sandwich de jamón y queso y ver cuando vas a pagar en caja 16 francos suizos (unos 10 eurazos), upfff, eso jode. En la foto se puede ver lo que cuesta una hora de Internet, 8 CHF, que viene a ser como 5 euros.




INTERLAKEN - LUCERNA

Lástima que toda mi visita se quedara en recorridos urbanos, pero es que el tiempo no daba para mucho más. Aún así pude disfrutar del paisaje alpino de Suiza, idílico (si no fuera porque a diferencia de Heidi aquí hace frío y llueve)

Aquí una pequeña muestra:




Trenes: los recorridos por el país en tren son perfectos, sin más ni más. Salen a la hora que deben partir, llegan a la hora... si en la web pone que sales a las 8:04 y llegas a las 8:56 es cierto, es más, si no estás atento de pillar el tren aunque estés en el mismo andén, con el tren enfrente tuya es posible que se te vaya porque no se avisa de su salida, o si se avisa es practicamente imperceptible.

Y las infraestructuras están a años luz de los trenes españoles, más pensando que es un país muy escarpado, para que exista una estación a 3.500 metros de altura, abajo de la estación hay un glaciar, con eso se dice todo.





EL LADO OSCURO

Pero todo no es tan idílico en el país, la gente es muy amable, encantadora, dispuesta a ayudar, cívica y ordenada, pero también de costumbres muy conservadoras, fáciles de manipular si se aflora al viejo discurso del miedo al desconocido, al inmigrante.

Pimero mirad las imágenes (no son mías) y ahora las explico:



En la primera se pueden ver manos negras, blancas, de todos los colores intentando coger pasaportes, parece que los regalaran.

En la segunda imagen se aprecia el símbolo de Suiza, la oveja blanca dando una coz a una oveja negra "para más seguridad".

Estos carteles electorales de 2007 son la publicidad de uno de los partidos más poderosos de Suiza, miembro de la coalición que gobierna, el SVP (Schweizerische Volkspartei, Partido Popular Suizo) o UDC (Union Démocratique du Centre o Unione Democratica di Centro), dependiendo de en qué idioma federal se lea, francés o italiano respectivamente. El lema de la campaña es “Mi hogar – nuestra Suiza”

Mientras esta campaña poblaba las calles del pequeño país, se desató una aguda polémica que acusaba a este partido nazi-fascista, tachando el cartel de racista. Estas son las críticas lanzadas por sus adversarios políticos, tanto socialistas como liberales, que además les reprochaban simplificar el problema a “inmigrante = carga social” y crimen. A esta protesta se sumó también Naciones Unidas.

El problema es que este grupo parlamentario es el que lidera el país con un 27% de los votos, muy por delante del socialista que obtiene el 19,5% de votos. Pero bueno, esperemos que otros aprendamos la lección, y no hagamos lo mismo que ellos.

1 comentario

Willy Diaz dijo...

Esta muy bueno el blog. Entre buscando Suiza en bicicleta y me resulto util para el viaje q planeo en 2009.Gracias.Sigue asi amigo!!

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