Asturies - Gijon
Y este fin de semana con la excusa de la despedida de soltero de Alberto, un amigo asturiano una expedición vasco - catalana partió de Barcelona con la finalidad de beber toda la sidra que fueramos capaces, para ello nuestro destino era la ciudad de Gijón, con esto de los vuelos baratos hay que aprovechar.
Y la ciudad no defrauda, si bien no es la ciudad más bonita de la costa cantábrica, que la competencia es dura, tiene mucho encanto, y eso no es solamente por el mar, las típicas contrucciones del cantábrico o del verdor típico del norte, sino también por la gente. Y es que personalmente la amabilidad y naturalidad de la gente del norte no se paga con dinero, para todo lo demás Mastercard. Pero bueno, no voy a hacer más propaganda del norte, o si, que ostias, que como se come en el norte.... ¡¡¡¡uf!!! pero de eso ya hablaremos más tarde.
Algo muy curioso, por la ciudad había gran cantidad de grafitis de calidad, como los que podéis apreciar:
Y el sábado tocó el día grande, la despedida de soltero de Alberto y Nuria. Una fiesta atípica, o por lo menos para mí. En primer lugar se celebraba una "espicha", básicamente es una fiesta en una sidrería, en la que reservas una habitación gigante y te pones como el Kiko de comer todo tipo de pintxos y por supuesto, de beber sidra. Aparte de esto lo verdaderamente curioso es que en esta despedida no se disfrazaba al novio y la novia, sino que todo el mundo iba disfrazado, con lo que las risas estaban aseguradas: la aldea gala de Asterix, Harry Potter y sus secuaces, los lagartos de V, todo tipo de super héroes, Pedro y Vilma... y nosotros de Playmobils. Ver a Heidi bebiendo sidra no tiene precio, para todo lo demás Mastercard.
Verdaderamente Asturias es una tierra interesante, y ver los letreros en un dialecto extraño impacta, sobretodo cuando en ningún sitio te hablan de ello. Hay conciertus, tabacu...
Y de curiosidades... pues ha habido mil diferentes, pero entre las mejores están las que tienen que ver con la comida, lo de las tapas con una caña es un gran invento, pero es que comer por cuatro euros y que encima practicamente tengas que llamar a la grúa para que te remolque al hotel está de lujo.
Uno de los platos típicos asturianos es el "cachopo", un filetón (por no llamarlo sábana o algo parecido) que no cabe en un palto normal. Bueno, de hecho se trata de dos filetes rellenos con jamón serrano y queso, una especie de milanesa XXL, de unos 30 cm de largo y frito en harina y huevo. Es tan grande que en algunos sitios como no caben las patatas de la guarnición te las ponen debajo del filete.
Nosotros fuimos a la sidrería "Tropical", al lado de la playa, en la calle del Marqués de Casa Valdés. Que comer esto un domingo al lado de la playa y pagar por toda la comida 15 euros está genial.
Y es que los precios en Gijón también la hacen una ciudad muy recomendable, que el alojamiento en una habitación doble en el centro de Gijón cueste 12,5 euros... pues nada, que voy a decir. El local se llama VerdeMar, en la calle Adaro. Si solo quieres un sitio para dormir este sitio es perfecto: la dirección es amabilísima, el precio asequible y las habitaciones limpísimas. No tiene lujos, pero es que tampoco hacen falta si lo que se pretende es visitar una ciudad y volver solamente a dormir, aunque las habitaciones tienen tv por cable.
Y aquí dejo alguna "frikada" más. Como ya habéis visto tengo muy mal recuerdo de este fin de semana.
Y la ciudad no defrauda, si bien no es la ciudad más bonita de la costa cantábrica, que la competencia es dura, tiene mucho encanto, y eso no es solamente por el mar, las típicas contrucciones del cantábrico o del verdor típico del norte, sino también por la gente. Y es que personalmente la amabilidad y naturalidad de la gente del norte no se paga con dinero, para todo lo demás Mastercard. Pero bueno, no voy a hacer más propaganda del norte, o si, que ostias, que como se come en el norte.... ¡¡¡¡uf!!! pero de eso ya hablaremos más tarde.
Algo muy curioso, por la ciudad había gran cantidad de grafitis de calidad, como los que podéis apreciar:
Y el sábado tocó el día grande, la despedida de soltero de Alberto y Nuria. Una fiesta atípica, o por lo menos para mí. En primer lugar se celebraba una "espicha", básicamente es una fiesta en una sidrería, en la que reservas una habitación gigante y te pones como el Kiko de comer todo tipo de pintxos y por supuesto, de beber sidra. Aparte de esto lo verdaderamente curioso es que en esta despedida no se disfrazaba al novio y la novia, sino que todo el mundo iba disfrazado, con lo que las risas estaban aseguradas: la aldea gala de Asterix, Harry Potter y sus secuaces, los lagartos de V, todo tipo de super héroes, Pedro y Vilma... y nosotros de Playmobils. Ver a Heidi bebiendo sidra no tiene precio, para todo lo demás Mastercard.
Verdaderamente Asturias es una tierra interesante, y ver los letreros en un dialecto extraño impacta, sobretodo cuando en ningún sitio te hablan de ello. Hay conciertus, tabacu...
Y de curiosidades... pues ha habido mil diferentes, pero entre las mejores están las que tienen que ver con la comida, lo de las tapas con una caña es un gran invento, pero es que comer por cuatro euros y que encima practicamente tengas que llamar a la grúa para que te remolque al hotel está de lujo.
Uno de los platos típicos asturianos es el "cachopo", un filetón (por no llamarlo sábana o algo parecido) que no cabe en un palto normal. Bueno, de hecho se trata de dos filetes rellenos con jamón serrano y queso, una especie de milanesa XXL, de unos 30 cm de largo y frito en harina y huevo. Es tan grande que en algunos sitios como no caben las patatas de la guarnición te las ponen debajo del filete.
Nosotros fuimos a la sidrería "Tropical", al lado de la playa, en la calle del Marqués de Casa Valdés. Que comer esto un domingo al lado de la playa y pagar por toda la comida 15 euros está genial.
Y es que los precios en Gijón también la hacen una ciudad muy recomendable, que el alojamiento en una habitación doble en el centro de Gijón cueste 12,5 euros... pues nada, que voy a decir. El local se llama VerdeMar, en la calle Adaro. Si solo quieres un sitio para dormir este sitio es perfecto: la dirección es amabilísima, el precio asequible y las habitaciones limpísimas. No tiene lujos, pero es que tampoco hacen falta si lo que se pretende es visitar una ciudad y volver solamente a dormir, aunque las habitaciones tienen tv por cable.
Y aquí dejo alguna "frikada" más. Como ya habéis visto tengo muy mal recuerdo de este fin de semana.
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