Bilboko Aste Nagusia - Semana Grande
El fin de semana anterior me dejé caer por Bilbao, aprovechando que era la Aste Nagusia (semana grande). Es impresionante lo que ha cambiado, de la ciudad industrial y gris de los 80 a pasado a ser un referente en Euskadi, habrá costado lo suyo darle semejante lavado de cara, pero mira, ahí está, una ciudad diferente al resto de las de Euskadi, con personalidad propia, sin intentar ser una copia de la elegante Ñoñosti o de la ajardinada Vitoria-Gasteiz.
Y es que los atractivos culturales de la ciudad no se quedan en el museo el museo Guggenheim Bilbao, más espectacular por fuera que por dentro (merece más la pena el de bellas artes). El proyecto "Bilbao Ría 2000" hizo un gran esfuerzo por revitalizar a una ciudad herida en el orgullo de tiempos pasados, creando de esta manera el metro, el palacio Euskalduna, el puente de Calatrava, las torres gemelas Isozaki Atea, la limpieza de la ría, el tranvía... vamos, que han tenido trabajo.
Pero, sinceramente, venir un fin de semana para hablar de la cultura de la ciudad se me queda un poco grande, los verdaderos protagonistas de mi fin de semana han sido tres: txoznas, pintxos y kalimotxo, y no siempre por este orden. Da gusto ver las txoznas de Bilbao, enormes, trabajadas, baratas. Ya podían aprender en Iruña y FOMENTAR la participación popular como lo hacen en Bilbao, pero me parece que hasta que no haya un cambio en el ayuntamiento estamos jodidos los que no queremos una ciudad réplica de Donosti. Por cierto, ¿sabéis que Bilbao tiene el título de villa, y no el de ciudad? y es que en comparación con otras históricas ciudades es muy joven, 800 años.
Empecemos con unas fotillos de Bilbao, Guggenheim, Teatro Arriaga, el puente de Calatrava...
Sigamos con mis compañeros de desdichas, penas y alegrías de día...
... y acabemos en las txoznas, verdadera alma de las fiestas. Muchísima gente pero sin agobios, txoznas para todos los gustos y colores, katxis a 4,5 euros, dios, me pasaría la vida allí, ja ja.
Esta txozna me parecía particularmente curiosa, todas estaban muy curradas y con diferentes temáticas, pero es que esta simulaba un cine, con cartelera y todo, no perderse alguna de las películas que echaban:
Y por supuesto... fiesta, fiesta y fiesta. Con gente de Bilbao, Iruña, de la Euskal Etxea de Barcelona, vamos, que sufriendo bastante, de nuevo.
Una curiosidad de Bilbo. Supongo que en algún otro lado lo harán, pero yo es la primera vez que lo he visto. Los tendederos en las casas tenían un toldo que los protegía de la lluvia.
Y es que los atractivos culturales de la ciudad no se quedan en el museo el museo Guggenheim Bilbao, más espectacular por fuera que por dentro (merece más la pena el de bellas artes). El proyecto "Bilbao Ría 2000" hizo un gran esfuerzo por revitalizar a una ciudad herida en el orgullo de tiempos pasados, creando de esta manera el metro, el palacio Euskalduna, el puente de Calatrava, las torres gemelas Isozaki Atea, la limpieza de la ría, el tranvía... vamos, que han tenido trabajo.
Pero, sinceramente, venir un fin de semana para hablar de la cultura de la ciudad se me queda un poco grande, los verdaderos protagonistas de mi fin de semana han sido tres: txoznas, pintxos y kalimotxo, y no siempre por este orden. Da gusto ver las txoznas de Bilbao, enormes, trabajadas, baratas. Ya podían aprender en Iruña y FOMENTAR la participación popular como lo hacen en Bilbao, pero me parece que hasta que no haya un cambio en el ayuntamiento estamos jodidos los que no queremos una ciudad réplica de Donosti. Por cierto, ¿sabéis que Bilbao tiene el título de villa, y no el de ciudad? y es que en comparación con otras históricas ciudades es muy joven, 800 años.
Empecemos con unas fotillos de Bilbao, Guggenheim, Teatro Arriaga, el puente de Calatrava...
Sigamos con mis compañeros de desdichas, penas y alegrías de día...
... y acabemos en las txoznas, verdadera alma de las fiestas. Muchísima gente pero sin agobios, txoznas para todos los gustos y colores, katxis a 4,5 euros, dios, me pasaría la vida allí, ja ja.
Esta txozna me parecía particularmente curiosa, todas estaban muy curradas y con diferentes temáticas, pero es que esta simulaba un cine, con cartelera y todo, no perderse alguna de las películas que echaban:
Y por supuesto... fiesta, fiesta y fiesta. Con gente de Bilbao, Iruña, de la Euskal Etxea de Barcelona, vamos, que sufriendo bastante, de nuevo.
Una curiosidad de Bilbo. Supongo que en algún otro lado lo harán, pero yo es la primera vez que lo he visto. Los tendederos en las casas tenían un toldo que los protegía de la lluvia.
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